¿Has llegado ya al punto en el que debes realizar una memoria de prácticas en tu Formación Profesional, y no sabes bien cómo enfocarlo? Este documento es crucial, puesto que no solo demuestra todo lo que has aprendido durante tu tiempo de trabajo en la empresa, sino también tu capacidad de análisis, de síntesis y de redacción. Es una forma muy práctica de ver realmente cuál ha sido tu aprendizaje, tanto por tu parte como por tus tutores. No te preocupes, porque te vamos a explicar cómo hacerlo paso a paso y con consejos prácticos, para que el resultado y la estructura en sí sea impecable.
¿Qué es una memoria de prácticas y para qué sirve?
Comencemos con lo básico, que es comprender qué es exactamente lo que nos están pidiendo. Una memoria de prácticas es un informe completo y detallado en el que se recoge y se describe toda la experiencia que hemos adquirido durante nuestro periodo de prácticas, ya sea en una empresa o en una institución. El objetivo clave es reflejar nuestro aprendizaje, ver qué actividades hemos realizado y si realmente estas nos han resultado útiles, así como realizar una evaluación final entre la teoría que hemos estudiado y la práctica profesional.
Por si todo esto no fuera suficiente, esta memoria sirve también para:
- Reflexionar sobre la experiencia profesional.
- Demostrar nuestras habilidades y competencias adquiridas.
- Identificar cuáles han sido las áreas de mejora y de aprendizaje claves.
- Facilitar la posterior evaluación por parte tanto del tutor académico como del centro de prácticas.
Estructura básica de la memoria
Es cierto que cada centro educativo puede tener sus propios requisitos, aunque la mayoría de las memorias de prácticas siguen una estructura básica. Las secciones más habituales suelen ser las siguientes:
- Portada. En esta, se deben incluir necesariamente los siguientes datos: nombre completo, título del informe, nombre del ciclo formativo, especialidad, nombre del centro educativo, nombre de la empresa o institución y, normalmente, también la fecha de entrega.
- Índice. Un esquema organizado de todos los apartados del informe, así como la página en la que este da comienzo.
- Introducción. En este apartado, la clave es exponer brevemente los objetivos del informe, el propósito de las prácticas y el contexto en el que estas se desarrollaron.
- Descripción de la empresa. Aquí se ha de incluir toda la información básica sobre la empresa o institución donde se realizaron las prácticas o, al menos, la que se considere más relevante. Por ejemplo, la historia y la trayectoria, la actividad principal, qué servicios ofrece, el organigrama básico, los valores y la cultura empresarial… Y todos los datos que puedan ser considerados relevantes.
- Objetivos de las prácticas. Es interesante especificar cuáles son los objetivos que te planteaste al principio, tanto los generales como los específicos. Pueden ser variados, pero casi siempre tendrás que añadir algunos como mejorar habilidades técnicas, aplicar conocimientos teóricos, desarrollar las competencias en atención al cliente… Todos ellos deben aplicarse siempre al área concreta del que hables en cada caso.
- Actividades llevadas a cabo. Hay distintas formas de detallar las actividades, pero nosotros recomendamos que realices un diario de prácticas. Puedes ir anotando día a día qué has hecho, cuáles eran todas esas tareas diarias a realizar, así como los distintos proyectos específicos que se llevaban a cabo. Junto a esto, es interesante que menciones cuáles son las herramientas que has usado y los recursos que tenías a tu disposición. Y, cómo no, a qué retos te has ido enfrentando y cómo los has solucionado. Es mejor llevar a cabo un registro diario, para que así no se te pase nada por alto.
- Conocimientos y habilidades adquiridas. Aprovecha este espacio para reflexionar sobre todo lo que has aprendido, así como cómo esto ha contribuido a tu desarrollo tanto profesional como personal.
- Valoración personal. Es un apartado ligeramente más subjetivo, donde puedes hablar de todos los aspectos positivos y negativos de la experiencia. Aquí es el momento perfecto para hacer una autocrítica, y explicar en qué áreas crees que podrías mejorar, así como si se han cumplido o no tus expectativas.
- Conclusión. Por último, termina con los aprendizajes que has considerado más importantes y reflexiona sobre la influencia que esta experiencia tendrá en tu futuro profesional. Tanto este apartado como el de valoración personal pueden hacerse de forma conjunta, en caso de que así lo consideres oportuno.
Hasta aquí, la memoria de prácticas ya estaría completa. Pero puedes añadir anexos en caso de que lo consideres oportuno, con material complementario como imágenes, gráficos, ejemplos de trabajos realizados…
Consejos para redactar correctamente
En este tipo de trabajos, no solo se valora de forma positiva la estructura del texto o el contenido en sí, sino también la redacción. Así que hemos querido recopilar algunos consejos que te ayudarán a que tu texto sea claro, profesional y fácil de leer.
- Sé claro y conciso. Evita textos excesivamente largos, donde des vueltas constantes sobre una misma idea. Es mejor que tengas claro desde el primer momento qué quieres decir y expliques bien esta idea. Además, es buena idea apostar por un lenguaje que sea formal pero sencillo.
- Cuida tanto la ortografía como la gramática. Revisa el texto varias veces antes de entregarlo, para así asegurarte de que todo esté en orden.
- Usa una estructura lógica y coherente. No solo el texto tiene que ser claro, sino también el orden de la información. Ordénala, para que esta sea coherente y, de este modo, la lectura sea mucho más fácil.
- Personaliza el informe, mostrando tu perspectiva personal así como tus reflexiones. Se busca también cierto grado de implicación por parte del alumnado en este tipo de tareas.
- Apóyate en ejemplos concretos, para demostrar de forma tangible tu aprendizaje y tus competencias. Te puede ayudar haber realizado un diario de prácticas, como señalamos.
- Usa siempre un diseño limpio y profesional, cuidando el formato, los márgenes y la alineación.
Errores comunes que debes evitar
A continuación, te indicamos algunos de los errores más frecuentes que se suelen ver en trabajos así, para que los evites por completo en tu memoria.
- Ser demasiado breve o superficial. Es necesario que profundices en tus experiencias y que expliques cómo las has vivido, puesto que es un trabajo personal y debe notarse.
- Describir actividades sin hacer una reflexión real sobre ellas. No, no es suficiente con contar qué has hecho; es importante que analices cómo estas actividades han contribuido de forma positiva a tu aprendizaje.
- Incluir información irrelevante. Si bien es cierto que es importante no ser demasiado conciso, también lo es no incluir información que no aporte valor.
- Descuidar tanto el estilo como la presentación. Un informe desordenado, o que tiene faltas de ortografía, puede restar seriedad al trabajo.
- No hacer autocrítica. Es importante ser capaz de reflexionar sobre los errores o desafíos que se han cometido, puesto que esto demuestra una alta madurez profesional.
Conclusión: Cómo hacer una memoria impecable
Con una memoria de prácticas bien elaborada, estarás poniendo el broche de oro a tu introducción al mundo laboral. Y estarás demostrando tu profesionalidad y tu compromiso a la hora de formarte. Te recomendamos que dediques tiempo a estructurar bien el contenido y que, además, reflexiones sobre tu experiencia. Una vez hecho esto, podrás pasar a plasmar todos los datos de forma clara y cuidada. Recuerda, además, que estas memorias son una herramienta con la que podrás mostrar tanto tu evolución como tu aprendizaje, así que tómalo como lo que realmente es: una oportunidad para aprender.
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