Elegir entre ir a la Universidad o centrarse en hacer una Formación Profesional es una duda cada vez más común y, además, puede definir por completo tu futuro tanto académico como profesional. Pese a que ambas opciones ofrecen sus ventajas y sus desafíos, lo primero que debes tener siempre presente es que la mejor elección va a depender en buena medida de tus objetivos, tus intereses y, sobre todo, tus circunstancias personales. Para echarte una mano, en este artículo vamos a analizar todas las diferencias clave entre universidad y FP, para ayudarte a tomar una decisión mucho mejor informada.
Introducción: La duda entre FP y universidad
La decisión entre FP y universidad es una encrucijada común para muchos estudiantes. Tradicionalmente, la universidad ha sido vista como el camino hacia una titulación especializada, más enfocada en el ámbito académico que práctico. Por otra parte, la FP ha destacado por tener un enfoque mucho más práctico, con competencias enfocadas al saber hacer más que al saber sin más. Además, se ha podido observar que con un grado superior es más fácil insertarse en el mercado laboral, puesto que hay una gran demanda del tipo de profesiones a las que la FP da acceso.
La clave está en conocer a fondo cuáles son las características de cada una de las opciones y reflexionar, analizando cuál es la que mejor se adapta tanto a tu perfil como a tus aspiraciones.
Diferencias clave entre FP y universidad
Para hacerte la elección un poco más sencilla, vamos a mostrarte cuáles son todas las diferencias clave entre FP y universidad. De esta manera, podrás discernir de forma sencilla cuál es la que mejor se adapta a ti.
Duración y tipo de formación
Comencemos hablando tanto del tipo de formación como de la duración. En este sentido, debes saber que la FP se centra en la adquisición de habilidades tanto prácticas como técnicas relacionadas con un sector concreto. Dependiendo del nivel (si hablamos de un ciclo medio o de un grado superior), los estudios de FP suelen durar entre uno y dos años. Además, gran parte del aprendizaje se realiza mediante prácticas, normalmente en empresas en las que posteriormente se querría trabajar. Esto hace que se facilite bastante el contacto directo con el entorno laboral.
Por otro lado, una carrera universitaria suele durar cuatro años, aunque es cierto que hay algunas concretas que se alargan algo más. La formación es mucho más teórica, aunque haya algunas carreras que tengan apartados prácticos largos. Pero es innegablemente mucho menos práctico que la FP.
Salidas laborales y empleabilidad
La FP está diseñada para facilitar una incorporación algo más rápida al mercado laboral, precisamente gracias a ese enfoque práctico y especializado. Son muchas las empresas que valoran la experiencia práctica que las personas con un grado superior han adquirido a lo largo de su formación, lo que se traduce en una mayor empleabilidad a corto plazo.
En el caso de la universidad, si bien es cierto que las oportunidades laborales son más amplias, también son considerablemente más competitivas. Las profesiones que requieren una formación universitaria tienden a tener unas exigencias académicas más altas, pero también es cierto que ofrecen una gran oportunidad de desarrollo profesional a largo plazo.
Coste y accesibilidad de los estudios
Pasamos a un último apartado que es crucial a la hora de decidir, como es el coste y la accesibilidad. En general, estudiar una Formación Profesional suele ser más accesible en términos económicos. Las matrículas son más bajas y, además, tiene una duración más corta, con lo cual los costes asociados tienden a ser menores. En cuanto a la posibilidad de acceso, depende de si es un grado medio o superior, pero suele ser más fácil acceder que el caso de la universidad.
Por otro lado, tenemos la universidad, cuya inversión económica tiende a ser más significativa, tanto en términos de matrícula como de duración. Pese a que hay becas y ayudas, es cierto que son alrededor de cuatro años que tienes que dedicarte por completo a estudiar, haciendo que compatibilizar con el trabajo sea mucho más complejo. Además, los materiales pueden ser más caros, dependiendo de la carrera que se estudie. Para acceder, es imprescindible haber terminado Bachiller y realizar la prueba de acceso a la Universidad, además de obtener una nota de corte superior a la que tenga la carrera ese año concreto.
Casos en los que es mejor FP
Teniendo en cuenta todo lo que hemos visto hasta ahora, elegir FP nos parece la mejor opción si:
- Se busca una rápida inserción laboral. En uno o dos años, dependiendo de los estudios que curses, podrás acceder al mercado laboral.
- Te interesa que la formación sea práctica. Cada estudiante tiene una forma distinta de aprender, y esto va a influir mucho a la hora de seleccionar una u otra modalidad de estudio.
- Tienes claro que quieres trabajar en un sector concreto. La FP es mucho más específica, y te prepara para un campo laboral concreto.
- Prefieres una formación que sea más accesible y más económica a largo plazo. Si el coste es un factor importante para ti, la FP es una alternativa más económica.
Casos en los que es mejor la universidad
¿Y en qué casos es mejor la universidad?, puede que te preguntes. Pues bien:
- Cuando aspiras a unas profesiones concretas que sí o sí requieren formación universitaria. Medicina, Ingeniería, Derecho, Arquitectura… Si se requiere tener titulación, es indispensable pasar por la universidad.
- En caso de que desees más oportunidades de desarrollo profesional a largo plazo, sobre todo enfocado en conocimiento más teórico y profundo. Normalmente, los puestos de mayor responsabilidad suelen estar relacionados con estudios de este estilo, ¡aunque es cierto que el panorama está cambiando poco a poco!
- Si te interesa la investigación o la docencia, la universidad es el camino más adecuado.
Cómo tomar la mejor decisión según tu situación
Para tomar la decisión de la forma más precisa posible, es importante tener en cuenta cinco cuestiones que nosotros consideramos básicas:
- En primer lugar, debes evaluar tanto tus intereses como tus habilidades. ¿Qué es lo que te apasiona? ¿A qué te quieres dedicar? ¿En qué áreas destacas? Si prefieres aprender haciendo y te interesa un sector específico, la FP es ideal. En caso de que disfrutes de la investigación, el análisis y los desafíos académicos, la universidad puede ser tu mejor opción.
- Tras esto, te recomendamos que investigues bien el mercado laboral y te informes sobre las oportunidades de empleo en tu área de interés. Analiza bien la demanda de profesiones, los salarios y, sobre todo, las posibilidades de crecimiento.
- Considera tanto tu situación económica como personal, para así ver cuál de las dos opciones se adapta mejor a tu situación financiera.
- Habla con profesionales y estudiantes, con personas que hayan recorrido ambos caminos, para así ver lo que implica cada opción.
- Piensa a largo plazo, y no solo lo inmediato. Considera de forma detenida cómo cada opción puede influir en tus oportunidades futuras y en tu desarrollo tanto personal como profesional.
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