En un entorno profesional cada vez más competitivo, no es suficiente acumular una gran cantidad de conocimientos técnicos. Las empresas buscan algo más: capacidad de liderazgo, inteligencia emocional, empatía… Es decir, todo lo que denominaríamos esas competencias transversales en las que tanto hincapié se están haciendo a nivel de Formación Profesional. En este contexto, ganan un gran protagonismo las llamadas soft skills, o habilidades blandas. ¿No sabes lo que son? Sigue leyendo, porque te lo vamos a contar todo y vas a descubrir hasta qué punto son importantes en el apartado laboral.
¿Qué son las habilidades blandas o soft skills?
Las conocidas en español como habilidades blandas son una serie de competencias tanto personales como sociales y comunicativas. Todas ellas tienen en común que influyen mucho en la forma en la que interactuamos con los demás, así como en nuestra forma de afrontar el entorno laboral que nos rodea. A diferencia de las hard skills, o habilidades técnicas, que se pueden enseñar y medir de forma objetiva, estas están más relacionadas con la inteligencia emocional, con los valores, la forma de comunicarse o de relacionarse.
Estas habilidades incluyen aspectos como la empatía, el trabajo en equipo, la capacidad de adaptación, la comunicación efectiva de cara a resolver conflictos o incluso el pensamiento crítico. Tradicionalmente, estas tenían muchísimo menos valor que los conocimientos técnicos. Pero, ahora mismo, en un contexto en el que hay una inmensa cantidad de personas con conocimientos, se consideran fundamentales para el éxito profesional. Porque son capaces de marcar la diferencia.
¿Por qué son importantes en el mercado laboral actual?
Nos encontramos inmersos en una época donde la automatización, la Inteligencia Artificial y la transformación digital han cambiado por completo el paradigma laboral. Todos esos trabajos repetitivos, muy automáticos, están siendo reemplazados por máquinas. No obstante, esas tareas que requieren de ciertas habilidades humanas continúan siendo imprescindibles. Y es en este contexto concreto en el que las empresas valoran cada vez más a todos esos profesionales que son capaces de aportar valor humano.
A esto hemos de añadirle que la capacidad de trabajar en equipo, la adaptabilidad o la comunicación efectiva son cruciales en un mundo laboral ta cambiante y globalizado. Con las soft skills, lo que conseguimos es mejorar el ambiente laboral, aumentar la productividad, reducir la rotación de personal y, además, fomentar poco a poco la innovación.
Para todas aquellas personas que se quieren incorporar al mercado laboral, es crucial saber que las empresas no se fijan únicamente en el currículum. Valoran la actitud, la forma de expresarse y cómo se comporta en una persona en situaciones de presión. O en entornos en los que tiene que colaborar con los demás. En todo tipo de entrevistas y dinámicas de grupo, las soft skills marcan la diferencia.
Soft skills vs Hard skills: Diferencias clave
Pese a que ambas habilidades son importantes, hemos de comprender las diferencias para ver exactamente en qué consisten cada una de ellas.
Las hard skills son técnicas, son bastante específicas, y se suelen adquirir mediante la educación formal. Además, se pueden evaluar mediante pruebas y certificados. Por ejemplo: programación, idiomas, contabilidad… Son aspectos que se pueden aprender de forma teórica.
En el caso de las soft skills, su naturaleza no es técnica, sino personal o interpersonal. No se pueden aprender en un aula, sino que va más relacionado con la experiencia y con el desarrollo personal. Para evaluarlas no basta con un examen, sino que se debe hacer una observación o una entrevista. Y algunos de los ejemplos básicos son la comunicación, la capacidad de liderazgo y, además, la empatía con el resto de personas.
Por ser más concretos: las hard skills serán las que te abrirán las puertas a un trabajo, mientras que con las soft skills podrás no solo conservarlo, sino también crecer en él.
Top 10 habilidades blandas más demandadas
A continuación, vamos a repasar cuáles son las habilidades blandas más valoradas por las empresas ahora mismo. Son muy comunes en todos los perfiles que buscan los departamentos de recursos humanos, así que son claves en todo tipo de trabajos.
- Comunicación efectiva. Es crucial en nuestro día a día y, a la par, en nuestro trabajo. Porque saber expresarse con claridad, tanto de forma oral como escrita, abre muchas puertas al entendimiento. Evita malentendidos, mejora la colaboración y ayuda a transmitir ideas de forma mucho más convincente.
- Trabajo en equipo. El saber colaborar con otras personas, así como compartir responsabilidades y ser capaz de sumar esfuerzos, es imprescindible en todos los entornos laborales. Especialmente si hay proyectos que se desarrollan en conjunto.
- Adaptabilidad. Los cambios son la única constante en la vida, y aquellas personas que son capaces de adaptarse a nuevas situaciones, tecnologías o métodos de trabajo, cuentan con una clara ventaja competitiva.
- Creatividad. Las ideas innovadoras marcan la diferencia. No es solo tener ideas originales, sino buscar enfoques diferentes a desafíos comunes.
- Pensamiento crítico. Es clave ser capaz de analizar una situación, identificar el problema y, en base a eso, proponer una solución racional para que podamos tomar las mejores decisiones. Con pensamiento crítico, se puede también cuestionar todo lo previamente establecido y encontrar formas nuevas de crecer.
- Liderazgo. Ser líder es algo mucho más complejo que dar órdenes o limitarse a ocupar un cargo directivo. Consiste en saber motivar, inspirar y guiar a los compañeros, así como asumir responsabilidades. Y, cómo no, tomar la iniciativa siempre que sea necesario.
- Gestión eficaz del tiempo. Una de las claves para trabajar de forma brillante es ser capaz de organizar el día a día, priorizar tareas e ir cumpliendo con todos los plazos establecidos. Porque esto nos ayuda a mantener una buena productividad, y evita el estrés, además de mejorar el rendimiento.
- Inteligencia emocional. El mero hecho de saber reconocer y comprender las propias emociones, además de gestionarlas, es una competencia esencial. Y también el poder comprender el de los demás, y empatizar con ellas. Ayuda a crear relaciones laborales mucho más sanas y constructivas.
- Resolución de conflictos. Es fácil que, en un entorno laboral y bajo presión, surjan tensiones o desacuerdos. Y el saber manejar estas situaciones de forma asertiva es clave de cara a los empleadores.
- Mentalidad enfocada a crecer. Cuando una persona tiene claro que quiere crecer, busca aprender de forma continua. Y esto hace que acepte sus errores como parte del proceso, esforzándose cada vez más por mejorar. Esta actitud proactiva es una de las más apreciadas en todo tipo de empresas.
Cómo mejorar tus habilidades blandas
¿Te estás planteando mejorar tus habilidades blandas para mejorar en tu trabajo, o para tener más oportunidades laborales? Si bien es cierto que están ligadas a la personalidad y que se van adquiriendo a lo largo de la vida, también se pueden entrenar e ir desarrollándose. La clave es la autoconciencia, y el conocerse a uno mismo, tanto las fortalezas como las debilidades. Porque al conocer todos nuestros puntos débiles, podremos ir mejorando sobre estos. También es interesante que aquellas personas que han trabajado con nosotros nos ayuden a crecer, aportándonos ideas y valoraciones.
Cómo no, hay muchos cursos que te permitirán mejorar tus soft skills, tanto presenciales como online. Plataformas como Linkedin Learning o Coursera ofrecen certificaciones sobre liderazgo o inteligencia emocional que te pueden ayudar a mejorar. Además, te recomendamos practicar la conocida como escucha activa: no interrumpas, muestra interés y aprende de los demás. Si a esto le sumas el ir aceptando desafíos para salir de tu zona de confort, podrás crear nuevas habilidades que te harán mejorar cada día.
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