El tiempo es oro, como bien dice el refrán, puesto que es un recurso escaso. Y en un mundo en el que tenemos esto como base, las metodologías de aprendizaje tradicionales se han visto obligadas a evolucionar. Cada vez son más las personas que buscan adquirir conocimiento y formación de manera mucho más rápida, flexible y eficaz. Es aquí donde hemos de hablar de lo que se conoce como microaprendizaje, así como las píldoras formativas, puesto que estas cobran protagonismo. Hoy vamos a explorar no solo qué es el microaprendizaje, cuáles son sus beneficios y cómo implementarlo, sino también qué herramientas te permitirán sacarle el máximo partido.
¿Qué es el microaprendizaje? Definición y características
El microaprendizaje es una metodología educativa que consiste en ofrecer contenidos breves, concretos y focalizados en un único objetivo o contenido. Estos contenidos, conocidos como píldoras formativas, están diseñados para que puedan ser consumidos en pocos minutos y se centren en una habilidad, concepto o conocimiento específico.
El microaprendizaje se caracteriza por unos pilares que son claves:
- Brevedad: las lecciones no deben durar más de 10 minutos.
- Especificidad: cada píldora se enfoca en un contenido concreto, o en una habilidad puntual.
- Multiformato: el docente se puede apoyar en distintos formatos, como vídeo, audio, infografía, textos, test interactivos…
- Autonomía: es el usuario el que se encarga de gestionar su propio ritmo de aprendizaje.
- Accesibilidad: se adapta a todo tipo de dispositivos electrónicos, incluso móviles, lo que permite el aprendizaje en cualquier momento.
- Retención: al estar todos los contenidos divididos y fragmentados, se favorece la memorización y la comprensión.
Es un enfoque muy eficaz para el aprendizaje en contextos laborales, educativos o de autoformación, especialmente si nos encontramos con un tiempo bastante limitado.
Ventajas del microaprendizaje y las píldoras formativas
Adoptar el microaprendizaje como estrategia educativa o de desarrollo conlleva una gran cantidad de beneficios, según explican los expertos en educación. Y es precisamente esto lo que hace que cada vez tenga más adeptos.
Mejora de la retención
Al tener contenidos divididos en fragmentos más pequeños y centrados, lo que se consigue es facilitar la asimilación y la memorización de todos los conceptos. El cerebro es capaz de procesar mejor la información en sesiones pequeñas.
Ahorro de tiempo
Con una buena píldora informativa, bien diseñada, se puede aprender algo en menos de 10 minutos. Esto es ideal para personas que tengan agendas demasiado apretadas, porque no tienen que dedicar horas enteras, sino que pueden aprovechar cualquier momento suelto del día.
Motivación y constancia
Con estos módulos cortos, el cerebro recibe una sensación de avance constante. El ir superando pequeñas metas hace que el estudiante se mantenga motivado, con ganas de continuar y sin verse demasiado abrumado por los contenidos. Además, si combinamos esto con una apuesta por los formatos interactivos, encontramos que el compromiso aumenta.
Compatible con el aprendizaje móvil
Al encontrarnos con un formato mucho más breve y versátil, el microaprendizaje se adapta a la perfección al consumo tanto en smartphones como en tablets. Esto hace que las oportunidades de aprendizaje se multipliquen.
Aprendizaje personalizado
Este se puede adaptar al nivel, a las necesidades e incluso al ritmo de cada persona. Porque permite modular los contenidos en función de los intereses y las lagunas del aprendiz.
Facilita la formación continua
En sectores como la tecnología, la educación o incluso la sanidad, el conocimiento va cambiando con rapidez y los profesionales han de ir adaptándose. En este sentido, el microaprendizaje permite actualizarse rápidamente, sin necesidad de llevar a cabo largas formaciones.
Coste bajo
Como formadores, es más económico crear píldoras formativas que desarrollar cursos completos. Y, como alumnado, también es más barato de consumir.
Cómo integrarlo en FP y autoformación
El microaprendizaje no está reñido con una formación reglada. Es más, se puede integrar de forma eficaz en todo tipo de entornos, entre ellos el de la Formación Profesional o la autoformación continua. Y hay distintas formas de hacerlo:
- Tras una clase tradicional, se pueden ofrecer píldoras formativas para repasar conceptos clave y que sirvan como refuerzo de contenidos.
- De forma previa a la clase, se pueden usar como introducción antes de abordar temas más complejos.
- Como ayuda para ir evaluando de forma continua lo que se ha aprendido.
- Además, es un complemento del aprendizaje práctico: vídeos tutoriales, casos de estudio, simulaciones…
- Se puede enfocar en habilidades específicas, como podría ser Excel, ciberseguridad, idiomas o incluso las conocidas como soft skills.
- Y, además, puede ser una ayuda para integrar en la rutina diaria el estudio. Porque 10 minutos al día pueden acabar por marcar la diferencia.
Herramientas y plataformas recomendadas
Son muchas y variadas las plataformas que se pueden usar para llevar a cabo un proceso de microaprendizaje, y las hay tanto gratuitas como de pago. Algunas de las más destacadas son las siguientes:
- Coursera y edX. No se centran exclusivamente en microaprendizaje, pero es cierto que la gran mayoría de sus cursos están divididos en módulos breves, se pueden seguir de forma flexible y son compatibles con el móvil.
- LinkedIn Learning. Ofrece miles de cursos a profesionales, segmentados siempre en vídeos breves y que, además, tienen itinerarios personalizables. Son muy recomendables de cara al desarrollo de habilidades digitales, liderazgo o productividad.
- Duolingo. Ideal para quienes quieren aprender idiomas, y un ejemplo clásico de microaprendizaje en este sentido. Son lecciones breves, gamificadas y adaptativas. El éxito de esta plataforma radica en la constancia.
- Khan Academy. Es una buena opción para estudiantes de todos los niveles, puesto que las lecciones se organizan por temas y se pueden consumir por partes. Se usa, sobre todo, en entornos educativos.
- EdApp. Una plataforma centrada en el microaprendizaje corporativo, con herramientas que permiten crear píldoras totalmente personalizadas.
Ejemplos de microaprendizaje
Por último, para terminar de entender cómo funciona en la práctica, queremos mostrar algunos ejemplos de cómo estas píldoras se pueden aplicar en distintos contextos.
En el aula
- Con un vídeo de 4 minutos sobre el análisis sintáctico, por ejemplo, se puede obtener un buen repaso tras una clase de Lengua.
- Una infografía interactiva con todos los pasos de una cadena de montaje en una FP de mecánica.
- Un test de 5 preguntas de verdadero o falso al final de cada tema de una asignatura.
En el ámbito laboral
- Una breve píldora formativa sobre cómo detectar correos electrónicos fraudulentos.
- Un microcurso de 10 minutos para sacarle más partido a una funcionalidad concreta de software empresarial.
- Simulaciones de atención al cliente en un vídeo, para así conseguir mejorar la comunicación comercial.
En la autoformación
- Audios de entre 3 y 4 minutos para conseguir mejorar día a día la pronunciación en inglés.
- Tutoriales breves sobre cualquier tema: edición de vídeos, programación…
- Un hilo de X con conceptos claves de SEO explicados de forma simple.
El microaprendizaje y las píldoras formativas pueden cambiar por completo la forma en la que adquirimos conocimientos, ¡y ya lo están haciendo! Porque su capacidad para adaptarse al estilo de vida moderno y su versatilidad en formatos hace que su eficacia esté más que demostrada.
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